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Cuentas Claras – Aduana, monopolio y la gran penitencia

  • Gobierno Federal frena importación de autos usados en demanda de la IP
  • Dispara México demanda de créditos automotrices ante cierre a los usados
  • Cambios, harán trascendental fin de semana al Comité Municipal PRI


    Por Javier Claudio

Claridades. – ¡Misión cumplida!, sería la expresión del Gobierno Federal que estaría detrás del reciente informe de la industria automotriz mexicana, quien celebra que este año incrementó un 25 por ciento la demanda de crédito, debido a que este éxito se debe al cumplimiento del cierre de la frontera a la importación desmedida de vehículos americanos usados, mediante una serie de “candados” que van desde elevar precios de operaciones aduaneras, hasta el exacerbado endurecimiento de requisitos.
Aclarando. – La puntilla sería ahora con la reciente aplicación de las nuevas reglas para importación de vehículos usados, pues cada operación de este tipo pasa por el “ojo de una aguja”, esto es emitir el certificado Código CR de modo exclusivo (monopólicamente) a la CAAAREM, acción que acción que sin embargo parece convertirse en el pecado de la penitencia para la Administración General de Aduana (AGA), pues le falló en su aplicación.
Claroscuro. – Suman 72 horas, hasta el jueves 04 de Mayo, de permanecer paralizada todas las importaciones de vehículos usados en las nueve aduanas autorizadas en el país. Es así que se suma esta acción para seguir empujando en picada estas operaciones aduaneras, no obstante el desplome que ya rebasa el 70 por ciento y deja atrás aquél 2005 en el que se llegaron a adquirir en el extranjero hasta 500 mil unidades motriz por año. Fue entonces se habló de la invasión de chatarra al país.
Claro que sí. – Ciertamente el daño era severo a la industria automotriz mexicana con los excedentes anuales de importación de vehículos extranjero, pero también motivado por la cerrazón crediticia en México en tanto que en Estados Unidos se cumplía un doble cometido; se abría una nueva corriente importadora y de paso les limpiábamos de chatarra el patio. Surgieron entonces los reclamos del sector productivo automotriz, quienes presionaron para ejercer su influencia en el Gobierno Federal.
Clarificando. – Todavía hace tres años, allá por el mes de Julio –mientras se conocían los detalles del decreto modificado– las importaciones de vehículos usados llegaron a bajar a 17 mil 448 unidades mensuales, pero luego repuntaron a sus niveles habituales con 44 mil 800 unidades en Agosto y 43 mil 750 unidades en Septiembre. El punto de Nuevo Laredo, fue considerado siempre el más fuerte para el paso de este tipo de importaciones al sumar hasta más de dos mil vehículos por semana.
Claro que no. – Los enormes ingresos no eran privativos de la Aduana, pues Nuevo Laredo vivió un segundo respiro en ingresos económicos desde la desaparición del Resguardo Aduanal Mexicano, donde lo mismo se llevaba el vendedor de frituras, el acomodador y todos los negocios establecidos en los alrededores de las comercializadoras y agencias aduanales dedicadas a la importación de vehículos, la mayoría establecidas cerca del Puente II.
Clarín. – Por años, millones de compradores recurrieron también a un amparo federal, una figura jurídica que tiene la persona para hacer que se repare en su favor cualquier violación a sus garantías individuales, lo que llegó a anular la efectividad de cada uno de los Decretos. En todo el 2010 se importaron 470 mil 000 autos, de los cuales más de 200 mil lo hicieron con un amparo suspensorio del Decreto, dejando a su vez en desventaja toda pretensión de recuperar mercado de ensambladoras mexicanas.
Sabía usted que. – La infestación de vehículos americanos al país fue arrollador, peor aún de autos «salvages», los que las aseguradoras estadounidenses califican como “pérdida total”. El problema es gravísimo, el asunto es que las autoridades así lo vean también, en este caso las judiciales que han otorgado con muy pocos elementos estas suspensiones de amparo, dijo en su momento Eduardo Solís, jefe de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Poco después hubo cese de jueces.

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