PODER POLÍTICO – El izquierdismo mexicano es un monstruo con frente amplia y cerebro pequeño

Ciriaco Navarrete Rodríguez

A los políticos mexicanos que militan en los partidos político autodenominados de  izquierda, yo les llamo izquierdosos, porque evidencian su craza ignorancia de lo que debe ser la política de izquierda, tal como a mediados del siglo XIX el filósofo alemán Ludwing Feuerbach, lo explicó al establecer la clasificación de la política de izquierda y lo que debemos entender como política de derecha.

Dijo con todo acierto que la política de izquierda comprende los quehaceres públicos que el ser humano realiza en beneficio del propio ser humano, y que la política de derecha, corresponde a la concepción religiosa en la que se sustenta el ser humano, inspirado en Dios.

Y subrayó, que desde el remoto origen de la humanidad, el hombre creó a los dioses, y nadie podrá demostrar que fue al revés, y mismo Feuerbach, explicó que existen sobradas pruebas de su dicho, porque como sabemos, cuando el hombre no sabía que el sol es una estrella, lo hizo Dios, y lo mismo sucedió con la Luna, la Lluvia, el Rayo, la Rana, el Sapo, el Tigre, y muchos otros paradigmas.

Y conforme avanzó la civilización, también fue avanzando el simbolismo religioso, a tal grado que los gobernantes llegaron a considerarse Semi-Dioses, y más tarde cuando los propios gobernantes no entendían la evolución del talento humano para explicar los fenómenos del mundo, condenaban a muerte a los sabios verdaderos, tan como sucedió con Sócrates a quien el Emperador de aquella Grecia antigua, lo condenó a muerte por haber asegurado que los fenómenos del mundo se podían explica y entender a partir de cuatro “elementos”: tierra, agua, aire y fuego.

Pero en la medida en que avanzaba el desarrollo de las capacidades humanas fueron desapareciendo los semidioses terrestres, y los hicieron imágenes celestiales  tal como se les conoce en la mitología griega, pero con el desarrollo del pensamiento científico surgió la férrea lucha de la fe religiosa, contra epistemología de la razón que condujo a la humanidad al universo de los saberes verdaderos.

Y de esa manera surgió el férreo dogmatismo religioso cuya fuerza basada en las creencias, se ha extendido a nivel mundial en franco desafío al pensamiento científico, al que los líderes religiosos tanto cuestionan porque los avances de las ciencias son mucho más lentos, debido a que la epistemología de la razón para llegar a la verdad científica, tiene que transitar por caminos mucho más complicados, y a veces muy tardados.

En cambio, el tránsito de los creencias es muy sencillo, no cuesta trabajo creer en las supuestas bondades que no exigen comprobación alguna, y además, como el pensamiento religioso fue el primero que surgió con la misma humanidad, se encuentra demasiado arraigado en la mente humana, y por eso es muy difícil de erradicar.

Por ese motivo, en pleno Siglo XXI, el mundo sigue padeciendo las mortales persecuciones religiosas del sanguinario Estado Islámico, y de muchas otras sectas religiosas, que aun realizan diversas formas de radicalismos  y perversiones humanas, cuyas víctimas son mayoritariamente las mujeres.

Cualquier parecido o semejanza, con los políticos izquierdosos mexicanos, es una triste coincidencia, porque siguen aferrados a la “Diosa Izquierda” a la que contradicen al entenderla como lo que verdaderamente significa, que es nada menos y nada más que democracia verdadera, cuya equivalencia es el socio-capitalismo, que ellos llaman “capitalismo salvaje”.

Por eso aseguro que el Izquierdismo Mexicano es un monstruo con frente amplia y cerebro pequeño, por la sencilla razón de que es amplio y abundante el número de  integrantes de los partidos políticos que se dicen de izquierda, y se están agrupando para competir por la Presidencia de México, pero nadie explica con certeza, la metodología que utilizarán para lograr el desarrollo integral de la sociedad mexicana.

Desafortunadamente ese no sólo es un problema del desconocimiento democrático de los izquierdosos, lo es también de los demás líderes y personeros de los demás  partidos políticos quienes hoy por hoy, se están alistando para ganar las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo dentro de un año.

¿Será que otra vez, nos van a dar puros “platos de lengua” pero mal guisada y desabrida?

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