PODER POLÍTICO – La política y la prensa sana

Ciriaco Navarrete Rodríguez

Numerosos lectores de mi trabajo editorial, de dentro y de fueras de Tamaulipas, me dicen que están satisfechos por mis explicaciones relativas a la democracia verdadera, y les agradezco que digan que mi trabajo es una auténtica “Escuela de Periodismo”.

Y me atrevo a señalarlo porque comprendo que se trata de un elevado compromiso editorial con el que debo seguir sirviéndole, con más esmero intelectual, a nuestra sociedad. También agradezco las muestras de satisfacción que estoy recibiendo de están escuchando mi Programa radiofónico denominado “Voces de la Experiencia”.

Usted lo nos puede escuchar al sintonizar la prestigiada estación radiofónica estatal “Radio Tamaulipas” por cierto inteligentemente administrada por el su amable Director el licenciado Juan Carlos Ayala, y se transmite todos los domingos, a las 10.30 horas, se transmite por la destacada radiodifusora estatal

Después de mi agradecimiento anterior, le explicaré que la prensa sana se debe apegar a los saberes verdaderos y no en las falsedades que con frecuencia manejan los periodistas improvisados que arribaron en las últimas décadas, al sagrado universo del periodismo, armados con una filosa mediocridad chantajista,

Esa penosa realidad, fue gestada al amparo de los políticos ambiciosos que más que interesados en servirle al pueblo desde las esferas del poder público, siempre han pensado en llenarse los bolsillos con el dinero del pueblo, para beneficio propio y el de sus allegados, con los que han conformado cofradías perversas.

Sin embargo, debemos admitir que ese arribismo de los periodistas improvisados, es otra de las graves consecuencias de la pobreza que prevalece, en menor o mayor grado, en todas las naciones subdesarrolladas del mundo supuestamente democrático, porque así lo presumen nuestros gobernantes.

A quienes con sobrada terquedad siguen haciendo periodismo de confrontación, les aconsejo que superen sus enajenaciones engañosas y tan privilegiadas por los políticos insensatos, porque ya hartaron a los lectores, y particularmente a los votantes, a los que iba dirigido, y se sigue enviando la mensajería del chantajismo tradicionalmente priista.

El ejemplo claro de ese hartazgo lo encontramos en todos los Estados de la República Mexicana, en los cuales, hace casi un año, el PAN les arrebató las gubernaturas, tal como sucedió en nuestro muy sufrido Estado de Tamaulipas, donde fue muy sonado el arrollador triunfo electoral del PAN cuyo abanderado en esa contienda por la gubernatura, lo fue el actual primer mandatario tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Pero el PAN también se alzó con la victoria electoral en 25 de los 43 municipios que componen la geografía política de Tamaulipas, sin olvidar que también se ganó la mayoría de los legisladores que actualmente conforman la dinámica Legislatura del Congreso del estado, cuyos legisladores están obligados a recuperar la honorabilidad perdida del Poder Legislativo tamaulipeco.

Lo inadmisible es que algunos de los alcaldes surgidos de las filas del apaleado PRI, más allá de luchar por recuperar la dignidad perdida, le siguen echando “leña a la hoguera”, lo cual es muy desventajoso para las futuras aspiraciones electorales de los propios alcaldes y legisladores que son priistas oposicionistas, precisamente porque siguen manipulando a los periodistas improvisados y sin visión axiológica.

Ese fenómeno reprobable, sigue sucediendo en todos los Estados y municipios del país, que son gobernados por el PRI, pero no es raro que suceda en el universo de los priistas, en donde los gobernantes son panistas, porque los tricolores van a tardar en superar los viejos usos y costumbres que muchas décadas los hicieron amos y señores del poder público en México,

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